Mi viaje a Cuba, aunque corto, fue muy agradable gracias a las personas con las que fui, a la belleza de la isla y a la gentileza de los cubanos, especialmente a la de Irina, quien nos facilitó todo durante nuestra estancia.

Su hospitalidad, más allá del trato "persona a persona", se reflejó en sus constantes atenciones a lo largo del viaje. Visitamos varias ciudades en poco menos de una semana y en cada parada tuvimos a dónde llegar a dormir gracias a ella.

Cuba es un país de gente cálida y apasionada y en sus calles se respira historia y cultura. Sus opciones de turismo y las noches de música lo hacen un destino atractivo y encantador.